Creación colaborativa innovadora, fruto de un grupo de creadoras que busca experimentar a través de una escena contemporánea con inspiraciones medievales. El cuerpo y la poesía se convierten en el principal instrumento para lograr una comunicación viva con el público. Este espectáculo fusiona disciplinas tales como el teatro físico, la danza, la poesía y el canto.

Muero cada día en mi montaña interior es un viaje en el tiempo acerca de emociones y vivencias universales, que se originan en la Edad Media hasta alcanzar un discurso contemporáneo. La soledad, la culpa, el dolor, el sacrificio, el dogma y las tentaciones, son algunos de los conceptos que se presentan de forma cruda en la escena, y nos conectan con los pasajes de la vida de San Antón.
A modo de rito escénico, el espectáculo ejerce una interpelación constante con el espectador, generando un espacio íntimo y sinérgico, que ofrece la posibilidad de llevar a cabo una reflexión individual desde un espacio colectivo.
A través de la fusión multidisciplinar del teatro físico, el canto, la poesía y la danza-teatro, presentamos una búsqueda de la identidad humana, revisionamos el origen de nuestra construcción psicológica y social, cuestionamos los sacrificios de nuestro día a día y cuál es el verdadero sentido de nuestra existencia.

